Observemos este trayecto por el que podemos llegar a una comunicación violenta:
- Sentimos una necesidad.
- Hay hechos concretos que nos impiden la satisfacción de esa necesidad,
- Esa situación nos produce sentimientos desagradables (enfado, rabia, …)
- Esos sentimientos nos llevan a reaccionar violentamente contra la persona o cosa que ha sido el obstáculo.*
————
* NOTA: Si somos conscientes de los tres primeros, podemos controlar este cuarto paso. Y dirigir nuestra reacción de forma no-violenta, por caminos más positivos. A saber:
-Pedir que se nos conceda alcanzar lo que necesitamos,
-Buscar la satisfacción de esa necesidad por otro camino, o…
-“Replantearnos dicha necesidad”
———–
He aquí diez necesidades. Algunas de ellas, de manera inconsciente, posiblemente las tenemos. Y en más de una ocasión nos habrán empujado hacia la dinámica relatada arriba.
1.- caerle bien al otro
2.- llevar la razón
3.- poseer al otro
4.- mostrar lo furioso e indignado que estoy
5.- preocuparme por todas las dificultades y problemas sin posible solución
6.- buscar el culpable
7.- sentirme por encima del otro
8.- sentirme víctima y buscar la compasión del otro
9.- que sea el otro el que decida
10.- tener más cosas y que los demás se enteren
Pregunto:
- ¿Son necesidades? ¿Son necesarias?
- ¿Somos conscientes de tener alguna de ellas?
- ¿Podemos añadir alguna más a la lista?