Educar para acoger el Don de la Vida

(Sacado del semanario de la Diócesis de Málaga de 8 de abril)

\"\"Para Ismael y Toñi, la propuesta del lema: \»Educar para acoger el don de la vida”, es muy importante «en medio de una sociedad que vive de espaldas a la muerte, con la utopia de que la biotecnología permitirá posponerla y que limita la dignidad de la vida, solo, a aquella que se deriva de la dignidad aportada por su valor utilitarista» .


Los responsables de Pastoral Familiar recuerdan el mensaje de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida, entidad de la que depende esta jornada: «como nos dicen nuestros obispos “El don de la vida, que Dios Creador y Padre ha confiado al hombre, exige que este tome conciencia de su inestimable valor y lo acoja responsablemente .
Este principio básico debe colocarse en el centro de la reflexión encaminada a esclarecer y resolver los problemas morales que surgen de las intervenciones sobre la vida naciente y los procesos procreativos”, así como al final de la misma .
Es incomprensible, que esta sociedad no reaccione ante el abono, no entendiendo la dignidad de esa vida incipiente que, ya desde su concepción, es soflada por Dios, con un plan establecido personal” que nos invita a descubrir nuestra máxima dignidad en Él .
Así se llega incluso a institucionalizar la eugenesia ante malformaciones o anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, del que estos días hemos celebrado su \»Día mundial”, haciendo visible su reivindicación al derecho a la vida» .
  “Calidad de vida”
Ismael y Toñi afirman que debemos evitar reducir la vida humana al concepto de «calidad de vida», y de este modo considerar que hay vidas que no son dignas e ser vividas, pues no tienen “calidad” suficiente .
¿Acaso hay seres humanos de primera, de segunda o de tercera categoría? La experiencia ética originaria nos permite percibir que todos los seres humanos somos igualmente dignos y valiosos; y para los cristianos deriva de reconocer que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y que Él nos ama sin condicionantes .
Cuando uno se sabe amado incondicionalmente por Dios es consciente de su propia dignidad, y también sabe que los demás son igualmente amados y valiosos .
Ello permite la fraternidad entre los hombres, clave del desarrollo sostenible» .
Desde la Delegación de Pastoral Familia de la Diócesis, sus responsables afirman que «la sociedad y el Estado deoen ser garantes de la familia para que esta pueda cumplir su misión de custodiar, revelar y comunicar el amor» .
Y reivindican el derecho «a vivir con intensidad esperanzadora nuestra propia muerte, rechazando cualquier práctica eutanásica; como acto supremo de entrega a un Dios amor que nos espera y que ante la contemplación y aceptación de este misterio, nos aporta la luz que nos impulsa a poder decir con El: “Animo, no temáis, Yo he vencido a la muerte”» .

(Ismael Herruzo y Toñi Delgado
son el matrimonio delegado diocesano de Pastora lFamiliar.
Con motivo de esta Jornada por la Vida 2018, que celebraremos el lunes 9 de abril,
reflexionan sobre el lema de este año)

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