Hablemos de drogas

\"\"A modo de prevención…
A pesar de que muchos padres se sienten incómodos al hablar con sus hijos sobre las drogas y el consumo de alcohol, es algo muy importante.
A través de la comunicación, la confianza y la disposición, ayudamos a nuestros hijos a conseguir autonomía y a tener una actitud más responsable.
Nuestro apoyo como padres les puede proporcionar recursos para saber manejar mejor la presión del grupo.
No siempre podemos evitar que los adolescentes prueben las drogas, ya sea por ganas de experimentar o por la influencia de su grupo de iguales.
En el inicio de la adolescencia, las drogas pueden aparecer de manera habitual en las conversaciones de los chicos, a pesar de que el consumo suele ser muy pequeño.
A menudo, es una forma para ellos de demostrar que se ha dejado atrás la infancia.

INICIAR EL TEMA DE CONVERSACIÓN
Muchos padres buscan el momento perfecto para hablar, pero en la mayoría de las ocasiones ese momento ideal nunca llega.
Una forma de introducir el tema sin que quede forzado es haciéndolo a partir de una noticia o escena de película.

¿Qué podemos hacer?
– Mostrar interés y confianza.
– Hablar con un tono sencillo, razonable y directo.
– Crear un espacio de comunicación que permita expresar ideas,
dudas y preocupaciones.
– Preparar la información que les queremos transmitir. Ser claros.
– Informar sobre los riesgos de su consumo y desafiar falsos mitos.

¿Qué debemos evitar?
– No tener suficiente tiempo para hablar de este tema en casa.
– Hablar como si lo supiéramos todo, sin escuchar la opinión o las vivencias de nuestro hijo/a.
– Interrogarles insistentemente sobre si piensan consumir drogas o si las han tomado ya. (Es mejor pedirles su opinión: preguntar qué piensan del consumo de drogas por parte de algunos jóvenes, qué peligros ven ellos…)
– Juzgar de antemano.
– Ridiculizar o criticar.
– Ocultar información. No sirve de nada. Con el tiempo lo descubrirán por su cuenta y perderán confianza en nosotros.

Diez posibles preguntas para empezar a conversar con tu hijo/a:
1. ¿Te han ofrecido drogas alguna vez cuando has salido de fiesta? ¿Quién te las ha ofrecido?
2. Cuando todos tus amigos están de acuerdo en hacer algo y a ti no te apetece, ¿qué haces?
3. Por televisión han dicho que cada vez más chicos fuman al salir de clase. ¿En tu instituto también ocurre? ¿Qué te parece?
4. ¿Piensas que tus amigos se reirían de ti si en alguna ocasión eres el único que no bebe alcohol?
5. (A raíz de una noticia o comentario)- Con tus amigos del instituto, ¿habláis de drogas? ¿Os han dado una charla alguna vez sobre este tema?
6. ¿Has sentido alguna vez curiosidad por probar algún tipo de droga? Cuál? ¿Qué efecto crees que produce?
7. ¿Crees que hay personas a las que no le afectan las drogas?
8. En mi época la droga que más se consumía era “x”. Entre los jóvenes de hoy en día, ¿cuál crees tu que es la que más se lleva?
9. Entre los jóvenes hay muchos accidentes a causa del alcohol.La verdad es que estoy un poco preocupado por esto. Cuando vosotros salís, ¿tomáis las precauciones necesarias?
10. Si tuvieses que hablar algún día con alguien sobre este tema, las drogas, ¿con quién te resultaría más fácil, más cómodo?

Cómo actuar ante un posible consumo
El consumo de drogas y alcohol entre los adolescentes responde a
diferentes factores: las ganas de descubrimiento, la desobediencia
ante de las normas, la necesidad de demostrar la propia personalidad,
el sentimiento de pertenecer a un grupo, etc. Como padres hay que
intentar que nuestros hijos desarrollen un pensamiento crítico en
torno a las drogas y que aprendan a divertirse y relacionarse sin que
sea necesario recurrir a ellas.
Si creemos que nuestro hijo consume habitual o esporádicamente algún
tipo de sustancia:

Podemos/Debemos:
– Elegir un momento adecuado para iniciar la conversación.
– Hablar con él o ella para intentar comprender qué le ha llevado a
consumir esta sustancia.
– Pedirles que sean responsables. Hacerles conscientes de sus
aciertos, errores y las consecuencias que conllevan sus actos, es
importante.
– Respetar su intimidad. Tienen derecho a ello y la necesitan.
– Intentar negociar y establecer normas y límites de
comportamiento.
– Dejar claro que nos preocupa su bienestar y su salud.
– Asegurarnos de que sabe que estás ahí para ayudarle y que puede
contar con tu apoyo.
– Buscar ayuda profesional o de una persona de referencia (médicos,
tutores, …).

Qué debemos evitar?
– No dramatizar ni alarmarse.
– Iniciar la conversación cuando estamos muy enfadados y agitados.
– Juzgar de antemano ni saber qué ha ocurrido.
– Criticar o minimalizar sus problemas.
– Utilizar frases como ‘tú siempre…’, ‘tú nunca…’.
– Utilizar amenazas, acusaciones, insultos.

Dónde encontrar más información?
900 84 50 40
(Información y atención sobre drogodependencias y adicciones)
900 16 15 15
(Fundación de Ayuda contra la Drogadicción – FAD) www.fad.es

Bibliografía
Secretaría General de Servicios Sociales. (2016). III Plan Andaluz sobre
Drogas y Adicciones (2016-2021); de Consejería de Igualdad y Políticas sociales.
Fundación \»La Caixa\». (2007). Hablemos de Drogas: una realidad que debe
tratarse en familia. Barcelona: Fundación \»La Caixa\».
Health Education Authority. (1999). Drogas: Guía para madres y padres.
España: Fundación Vivir sin Drogas, FAD (Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción) y Secretaría de Drogodependencias del Gobierno Vasco

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