Las historias no contadas

Los conflictos nacen casi siempre de las historias que no pueden ser contadas, y el trabajo del Mediador es facilitar que dichas historias se cuenten y sean oídas, pero descargándolas de radicalización y de la responsabilidad que habitualmente el narrador le achaca “al otro”.

En principio, cada persona cuenta “su historia” de una forma lineal, sin profundizar en los matices que han provocado una serie de consecuencias que han dado lugar al conflicto, pero sin embargo en dicho relato lineal se incorporaran las connotaciones precisas para cargar la responsabilidad en el otro u otros personajes de la misma, que a la vez relatarán de igual forma “su historia”. Ambas partes harán una valoración de la situación de forma subjetiva, y desde su encuadre moral, consecuencia de todos sus filtros mentales.

El Mediador oirá el relato de ambas partes, y utilizará las herramientas precisas para que ellos también las escuchen, con la atención suficiente como para que se reconozcan en las historias de cada parte, y asuman el protagonismo de ponerle un fin satisfactorio para ambos.

¡Pero cuidado! Porque el Mediador no es el padre que va a dar soluciones, si no que les ayudará a que vean nuevos ángulos en el entramado de sus historias que legitimen cada uno de los hilos de las mismas, haciendo que descubran sus valores y connotaciones positivas, a fin de que puedan centrarse en los puntos a tratar con objetividad y con la vista puesta en el futuro.

Por tanto, si tienes una historia no contada, o la has contado a medias, y ha llegado el momento en que te encuentras abierto a escuchar la historia de la otra parte para poder llegar a un entendimiento mutuo y resolver cuestiones pendientes, no dudes en acudir a Mediación y ¡CUÉNTANOS TÚ HISTORIA!

Elisa Santiago Blázquez
Atempera Mediación y Mediadora Familiar en el COF.